Ian Fleming. |
Por más de cincuenta años, James Bond ha sido uno de los personajes ficticios que más ha dejado. Los libros han vendido millones de copias y las películas han sido vistas por más de la mitad de los habitantes del planeta. El mundo de Bond parece ser la más grande fantasía masculina: está plagado de lujosos accesorios, hermosas mujeres y muchísima aventura. ¿Cuántas cosas escritas por Ian Fleming son tomadas de la vida real?
James Bond fue creado por Ian Fleming en el verano de 1952 mientras vacacionaba en su casa de Jamaica, llamada Goldeneye (posteriormente usaría
ese nombre para titular una de sus obras). Fleming se sentó una tarde y
comenzó a escribir las primeras palabras de “Casino Royale”, para seis semanas
después ponerle punto final a la obra. Casino Royale y los siguientes libros fueron todo un éxito y tiempo después, Fleming confesó que todo lo escrito era 95% real.
Ian Fleming, al igual que James Bond, era mitad escocés, hijo
de una familia adinerada y fue mandando a las mejores escuelas. Comenzó como reportero para Reuters en donde desarrollo su narrativa y años después comenzó a trabajar como agente de bolsa en Londres.
En el ocaso de
la Segunda Guerra Mundial, la vida de Fleming daría un giro drástico que ayudaría a formar la base del personaje que hoy conocemos como James Bond. Ian conoció al Almirante Godffrey (el verdadero "M"), el Jefe de Inteligencia Naval y comenzó a trabajar para él. Fleming
estaba vuelto loco, con su nuevo trabajo tenía material de sobra para crear su
serie de espionaje, pues contaba con los archivos personales de los agentes de
ese entonces y dentro de esos archivos existían cosas que casi nadie podría
imaginar.
James Bond no está basado en una sola persona,
es la combinación de varios espías entre los que resaltan dos: Dusan Popov y
Patrick Dalzel-Job.
Dusan Popov fue un doble agente yugoslavo que trabajó para
el MI6, servicio de inteligencia del Reino Unido, durante la Segunda Guerra
Mundial. Era un jugador de tiempo completo con memoria fotográfica,
inteligencia aguda y muy culto.
Popov se caracterizaba por tener una vida al estilo Playboy, al mismo tiempo que llevaba a cabo peligrosas misiones para los ingleses en
medio de la guerra. Era el personaje que todo hombre quisiera ser, usaba accesorios exclusivos, se escabullía en las reuniones bélicas más
importantes de la época, un hombre que jugaba a ser el malo y el bueno y
nunca pasaba desapercibido por una mujer.
En 1941 el Servicio Secreto alemán lo envió a Nueva York
para crear una red de espionaje en tierras enemigas y Popov, en su labor de
doble agente, fue a contarle todo al FBI. Desafortunadamente su trabajo de
agente doble le fue contraproducente y el entonces jefe del FBI, J. Edgar
Hoover, no le creyó una sola palabra al yugolasvo. Meses más tarde se suscitó el
ataque a Pearl Harbor.
Murió a en 1981 los 69 años de edad.
Por su parte, Patrick Dalzel-Job fue un distinguido miembro
de la Inteligencia Naval Inglesa, así como un hábito lingüista, navegador,
paracaidista, clavadista y esquiador.
Patrick no era similar al personaje en aspectos personales,
como la afición por el martini o por las mujeres seductoras, pero en el frente parecía
la viva imagen de Bond. Se dice que podía esquiar de espaldas, navegar un
minisubmarino y lanzarse en paracaídas en situaciones de extremo riesgo. No
temía al enemigo y su instinto le llevó incluso a actuar en contra de sus
superiores.
En Noruega, donde fue desplazado dado su conocimiento de la
costa, tenía expresas órdenes de evitar todo contacto con la población civil.
Pero después de ayudar a desembarcar a más de 10,000 tropas aliadas ayudó a
pobladores de un pueblo llamado Narvic a desalojar sus casas en botes de remo,
pues estaba convencido que un ataque nazi era inminente. Solamente una
condecoración otorgada por el Rey Noruego detuvo su juicio por no acatar órdenes.
Dalzel-Job lideró junto a Fleming uno de los comandos que
controlaba durante la guerra. Ambos trabajaron para el Servicio de
Inteligencia Naval, y en sus misiones, se adentraron en lugares ocupados por
los nazis, tanto en Alemania como en Francia.
Falleció en 1986 a los 73 años.
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